Project Description

FEMSA Méxxico ® 2077

Luis Daniel Toledo

}Domingo 5 de Septiembre del 2077
Locación: En algún lugar de Chiapas.
Hora: Amanecerá en unos minutos.

Todos creíamos que esto no duraría para siempre. Pero las señales estaban allí, en frente de todos nosotros, si tan sólo les hubiéramos prestado atención ¿Lo habríamos evitado? Pero como dicen, el hubiera no existe. Hace más de 40 años que México… perdón, Méxxico, hace años que nadie lo conoce con el nombre original. Como decía, hace 40 años que Méxxico cayó bajo el control de Oxxo. Fuimos tan ciegos para querer aceptarlo y sólo lo dejamos que se propagara como un sarpullido; del cual nos convencemos desaparecerá a los 3 días. Pero no, sólo se multiplica en distintas áreas.

Así fue Oxxo, primero se multiplicó en las grandes ciudades, después en las provincias pobladas, luego los pueblos mágicos y centros turísticos. Cada lugar contaba al menos con una sucursal. Al final creyeron conveniente que cualquier sitio que tuviera un habitante contara con una.

A decir verdad, no entiendo cómo no nos dimos cuenta o simplemente no quisimos hacerlo, pero debimos detenerlos antes de que tomaran el control de las gasolineras y posteriormente de las empresas petroleras.

Todo el mundo ya confiaba en lo que representaba un Oxxo. Depósitos, recargas, telefonía, precios, envíos y lo más importante acceso anticipado al alcohol si eres un menor de edad. Los Oxxos siempre fueron una respuesta rápida a los inconvenientes.

Creo que fue demasiado tarde cuando comenzó la pandemia en el 2020, hubo cierres masivos de locales y comercios. Oxxo fue el único lugar que jamás cerró, sólo mandó a unas cuantas personas a casa. Los encabezados de los periódicos y noticias advertían lo que pronto ocurriría: “Aun con caída de Oxxo y combustibles, ingresos de Femsa crecieron 1.8%”; “Los Oxxo devoran tienditas en plena pandemia”. Y van por más; y “Se expande Oxxo, pese a pandemia”. Claramente todo apuntaba que nada los detendría.

Con el paso del tiempo esta simpatía se convirtió en devoción, la cual tomó la confianza de todo Méxxico. Logrando así la disolución del Instituto Nacional Electoral. Todos comenzamos a votar en los Oxxos, ya que era más conveniente y cercano a casa. Con este poder logró destituir a los partidos políticos de antaño más poderosos, hace años que ni un alma escucha qué es el PRI, PRD o el PAN.

Una vez disueltos los obstáculos políticos parecía que Méxxico sería libre y que finalmente lograría ser potencia mundial. Pero sin un líder, Méxxico estaba confundido, perdido, dirían algunos. Y como un villano proponiendo una solución, disfrazada de misericordia, Oxxo decidió tomar la iniciativa de dirigir Méxxico. Nadie se opuso, todos confiamos en ellos. ¿Qué podría salir mal? Era Oxxo, “siempre listos y siempre allí”. su sistema rara vez nos decepcionaba.

En un inicio parecía que todo saldría bien, donaron un par de computadoras a todas las familias del país; incluso ropa, tarjetas bancarias y empleos…
Qué ciegos fuimos…

Después de algunos años, absolutamente todas nuestras necesidades fueron cubiertas por los Oxxos. Búsquedas de empleo, atención médica, bienes raíces, suministros, medicamentos, combustible, moda, todo. Absolutamente todo estaba cubierto por esta cadena.

En cuanto a los estudios, primero otorgaron Becas, que después se convirtieron en Instituciones educativas. Todas enfocadas en administración, cuidado y supervisión de Oxxos.

En un inicio, el que Oxxo se encargara de todas nuestras necesidades, parecía algo bueno. Y lo fue, o al menos por los primeros diez años. Este periodo se conoció como la “Oxxopía”, donde todo funcionaba y era perfecto. Hasta que el sistema comenzó a deteriorarse y caerse: Todo comenzó cuando cambiaron el nombre del país, primero parecía una propuesta interesante y graciosa, se realizó una encuesta en la república, donde después de tu compra te preguntaban si estabas de acuerdo con el cambio. Según mostraron las encuestas, el ochenta y cinco por ciento de la población estuvo de acuerdo con el cambio. Nos llegamos a acostumbrar con el tiempo y lo dejamos pasar.

Algunos años transcurrieron y lo siguiente que hicieron fue cambiar los colores de la bandera por amarillo, blanco y rojo, en un inicio parecía no haber muchas quejas por quitar el color verde, pero el águila que devoraba la serpiente tenía un pequeño chaleco de cajero del Oxxo. Junto con el símbolo patrio cambió el himno. El nuevo coro recitaba lo siguiente:

Mexxicanos al grito de FEMSA
del Anddati hasta la Coca pal calor.
Y cheque bien la vigencia de la crema,
al sonoro rugir del refrigerador.

Todas las maravillas que había traído Oxxo a nuestras vidas se fueron pudriendo. Primero fueron las computadoras entregadas por beneficencia, cuando una estaba en uso, la otra no funcionaba. Lo siguiente fue que toda la ropa que donaba el gobierno de Oxxo comenzó a ser de dos colores, amarillo y rojo. Después, todas las importaciones textiles y moda: únicamente con esos dos colores en pequeñas variaciones de tono. Pronto toda la población mexxicana comenzó a vestir el color nacional, en una especie de acto patriótico. Tengo que decirlo, su propaganda fue bastante convincente… “El gobierno del Oxxo sabe lo importante que es tu ahorro, por eso en un acto conmemorativo de la disolución del anterior gobierno. En Oxxo ofreceremos en toda la república, el cincuenta por ciento de descuento y 3X2 en cualquier producto de la tienda para todos aquellos que vistan los colores de la nación. Viste de tu patria y ahorra. Oxxo, siempre comprometidos con Méxxico. Promoción válida del 12 de abril 2045 hasta el 12 de mayo del 2050. Vivesanamente”. Sí que fue una excelente estrategia, nadie la vio venir. Al finalizar la promoción todos vestían esos colores. Después de concluir la promoción, a nadie parecía importarle que no hubiera ropa en colores diferentes.
La milicia y policía mexxicana dejó de ser necesaria en el país y se negaban a formar parte de las líneas de empleo de Oxxo, por lo que no fue sorpresa cuando iniciaron las protestas y levantamientos. A todo aquel que capturaban era duramente castigado por la guardia secreta de Oxxo, quienes se encargaron de cesar cualquier acto de rebeldía.
Poco a poco los policías y militares fueron cayendo. Esto marcó el inicio de las primeras líneas rebeldes dentro de Méxxico. A lo que Oxxo respondió con el endurecimiento de su mandato. Cualquiera que tuviera más de una computadora funcionando en su hogar sería inmediatamente detenido, llevado ante el tribunal y juzgado por alta traición.

Esta fue la ofensa que me llevó hasta donde estoy el día de hoy. Soy de los pocos que quedamos de la resistencia. Llevo este diario conmigo por si no lo logro y alguien lo encuentra, para que continúe con mi misión. Pero si llego a cruzar la frontera de Guatemala, tal vez llegue a tiempo advertirles de esta corporación y evitar que caigan en la misma desgracia que cayó mi país. Y si toman en cuenta mis palabras, tal vez logremos que el resto de América Latina se levante contra Oxxo y salve a Méxxico.
Final de la bitácora. Debo proseguir con mi viaje.
Últimas observaciones: Se escuchan ladridos, la guardia no debe estar muy lejos de mi posición. Debo darme prisa.

Luis Daniel Toledo (1996)

Graduado de Estudios Literarios en la Universidad Autónoma de Querétaro, actualmente cursa el Diplomado en Géneros Periodísticos en la ELE.

Semilla de escritor, su texto debut es FEMSA Méxxico ® 2077, el cual promete nuevos y sorprendentes contenidos.